Por qué

Consecuencia del ejercicio de mi profesión de abogado y de las relaciones personales y profesionales con clientes, empresarios y diversas personas de confianza, he podido comprobar que, tanto particulares como empresas, a menudo tienen la necesidad de buscar contrapartida compradora o vendedora sobre bienes inmuebles de todo tipo, sin desear hacer pública su oferta o demanda (pues lo contrario influiría indefectiblemente en el precio de mercado), y conservando su anonimato (pues lo contrario no sólo influiría igualmente en el precio sino también en su imágen frente a terceros), llegando al convencimiento de que la realidad viene demandando este tipo de servicio. Por ello, lejos de la filosofía y maneras del típico corredor o agente de la propiedad inmobiliaria (que en ocasiones "queman" el objeto en cuestión a base de ofrecerlo por todas partes, o publicitan necesidades de personas físicas o jurídicas concretas pese a ser perfectamente evitable), he querido materializar lo que de hecho venía haciendo sin darme cuenta desde hace tiempo: facilitar la transacción de suelo sin que el hecho salga de la esfera de las partes interesadas.